Los artículos reunidos en este libro indagan acerca de una particular forma de control social que extiende sus mecanismos más allá de los dominios de la fábrica o la mina e invade los ámbitos de la vida privada de los trabajadores y sus familias, expresándose además en el control y diseño del espacio urbano.
El sentido de la estrategia era, desde un primer punto de vista, proveer una fuerza de trabajo industrial que todavía a fines del siglo XIX y primeras décadas del siguiente era escasa −sobre todo en el caso de los trabajadores de mayor calificación−, pero que además estaba siendo atraída por sectores obreros de mayor radicalismo. Sin embargo, desde otra óptica, hay quienes sostienen que las motivaciones más profundas del paternalismo estaban enfocadas a recuperar la paz social, puesta en jaque, no solamente por la contestación de los trabajadores, sino por el propio régimen liberal que había socavado un orden social tradicional supuestamente más armónico, avasallado por las leyes del mercado y un sistema fabril implacable en la experiencia de los trabajadores industriales modernos.